lunes, 30 de diciembre de 2013

Que continúe la música...

¡Qué bueno! A punto de empezar un nuevo año y toca hacer balance de lo acontecido y de empezar a plasmar lo que queremos que sea para nosotros el futuro. Me resisto a pensar sólo en las cosas que me han pasado y quiero pensar en las personas que lo ha pasado conmigo.

Ha sido un año emocionante, trepidante, lleno de sorpresas....y lo mejor, que lo puedo contar. Estoy convencido de que el año que acaba ha sido justo conmigo y me ha enseñado muchísimas cosas. Y lo mejor, me ha preparado para el futuro, para que los siguientes pasos sean firmes y me conduzcan a llevar a cabo mis sueños.

Me he dado cuenta de que vemos el mundo como somos nosotros y no como el mundo realmente es. No son las cosas las que preocupan al ser humano, sino sus ideas acerca de las cosas. Fundamental para obtener resultados, pensando en las habilidades y en las cualidades propias.

Nuestro mundo necesita de interpretaciones positivas que nos conduzcan a la verdad, ya sea en los negocios, ya sea en nuestra vida personal. Y para ello que mejor manera de cambiar acciones y recursos para obtener resultados distintos.

Ahora toca seguir disfrutando del momento, de seguir pasando estos días con amigos, familia, y de brindar porque lo que venga sea mejor. Yo voy a seguir disfrutando con los míos, con todos los que hacéis posible que mi trabajo tenga sentido. Y para ello voy a contar con todos, como hasta ahora. Y como decía El Principito, nunca hay que hacer caso a las flores, basta con mirarlas y olerlas.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Mi regreso



He pasado un tiempo reflexionando, preparándome para la vuelta y ejercitándome para hacer muchas más cosas. Y aquí estoy, con fuerzas renovadas y con ganas de ayudar, buscando confianza  de ida y vuelta...el silencio es para uno, el conocimiento es para todos.

Llevo un tiempo dando vueltas a qué es lo que realmente depende de nosotros mismos  y he llegado a la conclusión que lo que dominamos es lo que pensamos. Por eso, si somos capaces de conseguir ver las cosas desde distintos puntos de vista y de aprender a dominar los pensamientos y sentimientos,  nos llevarán a actuar de maneras distintas, alcanzando distintos objetivos. Esto simplemente es confianza en uno mismo: las cosas pasan porque hacemos cosas para que pasen.

Realmente lo que sucede a nuestro alrededor, lo que tiene que ver con lo que ganamos o lo que perdemos, con el éxito o con la falta de él, ya sea en nuestra vida personal como en la laboral, depende en gran medida de cómo nos enfrentamos a ello y de cómo nos encontramos emocionalmente. 

Esto tiene que ver directamente por cómo nos enfrentamos a las situaciones, ya sean cotidianas o extraordinarias. Se trata de miedo, y éste estará en función de quién estamos siendo, por la edad, por el trabajo que desarrollamos, por la familia que hemos formado, etc.

Hoy es un día muy importante para mí. Estoy aprendiendo, he podido volver a escribir en este blog, he disfrutado de amigos y conversaciones y lo mejor, llevo catorce años felizmente casado con Beatriz que, junto a mis hijos, han conseguido que mi caja de vida se vaya llenado de sorpresas continuas.

martes, 27 de agosto de 2013

El corazón tiene razones...

Hace algún tiempo que me atreví a hacerme la pregunta: ¿realmente quiero vivir otro día igual?. Inmediatamente me vino a la cabeza la zona de confort donde el ser humano se acostumbra a vivir y de donde no se atreve a salir.

El día que asumes que necesitas un cambio es un momento de vértigo, es como bajar por una montaña rusa sin ver el final. Ves como tu mundo, ese que has creado a tu alrededor, se derrumba. Pero también, fruto del mismo análisis, ves como se abren posibilidades ante ti y empiezas a preguntarte por qué no te atreves a más. La respuesta está en esa zona de confort, esa que nos ha paralizado durante mucho tiempo pensando que no podíamos/debíamos salir de ahí. Pero el verdadero crecimiento, la verdadera evolución, está afuera.

Es el momento de decidir si te quedas en el mismo sitio o si aprovechas las circunstancias para cambiar. Es un momento de no retorno, donde nada volverá a ser igual porque has decidido que no lo sea. Es el momento de agradecer a los que más quieres el camino que hacen contigo y de saber que lo que queda hacia adelante no lo vas a hacer solo.

Ahora toca mirar al futuro, cada uno desde el lugar elegido, y avanzar con paso firme. La diferencia entre dónde estuviste ayer y dónde quieres estar mañana, es lo que hagas hoy. Así se escribe la historia, en presente continuo.

sábado, 10 de agosto de 2013

La Caja Parlanchina

Vivimos en un mundo trepidante, con cambios importantes que nos dejan perplejos y que invitan a abandonar las relaciones humanas, pensando que nuestra historia es la historia más importante. Y nada más lejos de la realidad, todo el mundo tiene una historia que vale la pena oír.

Estamos rodeados de tecnología, de avances constantes y, sin embargo, estamos siendo poco condescendientes con la gente que nos rodea, restando importancia a los seres humanos, sin intentar comprender ni escuchar.

Hay que rendir más como persona para que el resto de las tareas que realizamos estén al nivel correspondiente, ya sea en el trabajo, ya sea en el deporte, ya sea en cualquier actividad. Hay que entrenar duro para fortalecer el interior y mantenerse en forma, además de entrenar también el exterior.

Me viene a la cabeza un cuento que escribió mi hijo mayor, de doce años, y que me sirve de ejemplo a la hora de afrontar las relaciones, aunque pensemos que son complicadas:

Un día, al venir del colegio, en mi casa, mi madre me dijo:

-Vete a tirar la basura, por favor.

Yo como siempre le obedecí y fui a tirarla pero, para mi sorpresa, al abrir el cubo de la basura me encontré con un juguete en mal estado, y como me dio pena lo recogí a escondidas y me lo llevé a mi casa. Lo lavé, le metí algodón y lo cosí. Aún le faltaba algo, pero no sabía qué.

Me pasé noches despierto pensando, me lo llevé al cole para que mis amigos me dijeran lo que es, pero nadie sabía nada. Hasta que un día, en las noticias, vi que un artesano que arreglaba peluches dijo que con un poco de amor es como si le diese vida a los peluches, y se me ocurrió la idea de llevar al peluche que me encontré en la basura al señor que los arreglaba. Cuando llegué, me preguntó qué dónde lo había encontrado y yo respondí:

-En el cubo de la basura. He intentado arreglarlo todo lo posible.

El señor cogió el peluche y se encerró en una sala. A los 5 minutos salió y me dijo:

Vete y cuando te enfades con alguien coge el peluche y cuenta hasta 10.
  
Al siguiente día me enfadé con mi hermano Guillermo, cogí el peluche y conté hasta 10, y el muñeco cobró vida y me dijo:

-Por haberme arreglado y tener buen corazón te concederé 3 deseos.

Y pedí la igualdad en el mundo, y los otros 2 se los dejé a mi hermano”.

sábado, 22 de junio de 2013

Un punto de inflexión

He hecho un alto en el camino para reflexionar sobre mi mismo y pensar en el parpadeo que significa la vida, para meditar una vez más cómo quiero que sea la mía. Resulta sorprendente hasta dónde puede llegar uno haciendo pequeñas y regulares cosas todos los días. Y lo que es más importante, rodeado de personas con las que me siento bien y que me añaden valor.

Creo que la suerte se traduce en estímulos inesperados por las decisiones tomadas de manera inteligente, creando conscientemente un escenario positivo que cualquiera es capaz de realizar. No es, ni más ni menos, que creer en lo que haces, creer en los que te rodean y crear las condiciones necesarias para hacerlo: el agricultor solo recoge de la tierra si antes ha sembrado.

Lo más importante es lo que pensamos de nosotros mismos, de saber quiénes somos y de conocer el valor de las cosas que hacemos, y descubriendo que lo que buscamos está justo donde estamos. Solo tenemos que mirar con un poco más de perspectiva para darnos cuenta de que solo nosotros somos los que podemos provocar cambios positivos en nosotros mismos. El resto viene solo.

La responsabilidad está en nosotros mismos, en cada acto que llevamos a cabo, en cada pensamiento que tenemos. Las condiciones difíciles son oportunidades para convertirnos en exitosos dado que cuando crees que lo tienes todo, un montón de cambios te vienen encima y te rompen todos los esquemas. Por eso es tan importante estar preparado y saber en cada momento qué es lo que quieres hacer con tu vida. Ya lo dijo un gran músico del siglo XX: “la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”.

Mi momento es levantarme todos los días para hacer algo que me encanta, pensando que mi vida es fantástica. Todo lo que me impide hacerlo tendré que apartarlo. Hoy todo está cambiando, es pura incertidumbre y, lo que es más grave, es puro negativismo. Pero hay que salir a escena y hacerlo bien para despertar el aplauso del público. Ahora es cuando el crecimiento interior tiene que ponerse de manifiesto rindiendo mucho mejor en todos los aspectos. Siendo valientes y aprovechando las oportunidades se mejoran las habilidades y se eleva el rendimiento. Cuanto más flexible eres, más normales te parecerán las cosas que antes te asustaban.

“La amistad hace que la vida sea más fácil”

domingo, 7 de abril de 2013

Una semana trepidante

Pues sí, llevamos una semana sin parar un minuto. Y lo mejor de todo es que lo hemos hecho toda la familia juntos. Empezamos visitando la Ciudad de las Artes de Valencia y hemos acabado en la media maratón de Madrid, donde han sido otra vez mis fans, haciéndome sentir padre y marido orgulloso.

Estamos viviendo momentos complicados en todo el planeta, viendo como se recrudecen o se originan conflictos en muchos lugares. Estamos siendo espectadores de nuevos “corralitos” demasiado cerca de la Europa que considerábamos fuera de cualquier tensión de estas características. En nuestro país seguimos teniendo una cifra de paro, aunque esté mejorando lentamente, todavía insoportable para que el denominado Estado de Bienestar funcione para todos.

Tenemos que seguir mirando a ese futuro que nos espera como si de la meta de una media maratón se tratase, pensando en que tenemos que alcanzarla aunque en los últimos kilómetros las piernas no estén hechas de músculos y huesos, sino de hormigón armado con su hierro correspondiente, sacando fuerzas de dónde no sabemos que tenemos. Y lo mejor que en esos últimos metros están ahí, animando y dando consejo para llegar al final.

Y es que la vida misma es así, dura en momentos pero también llena de satisfacciones que nos hacen sentirnos felices. Y además en el transcurso de la misma tenemos mucha gente que nos recomienda, nos da aliento, nos reconforta, nos protege y nos ayuda en la toma de decisiones que nos son clave para nuestra existencia, sabiendo que los ejemplos corrigen mucho más que las reprimendas.

Y como muestra la historia de Walter. Walter es un pastor italiano enfermo de riñón al que por fin le ha llegado el momento del trasplante. Dice que ha mirado en su interior y ha pensado que como no tiene familia, aunque se siente muy feliz con la vida que le ha tocado, prefiere que alguien con familia sea el destinatario de ese riñón que le puede salvar la vida.


domingo, 3 de marzo de 2013

Cara a Cara

De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que falta mucha luz en el mundo tan oscuro que estamos viviendo, lleno de turbulencias y de negatividades productos de la crisis. La gran mayoría de la gente anda preocupada por lo que les va a deparar el futuro y verdaderamente se sienten indefensos ante esta situación.

Por eso ahora más que nunca debemos buscar en nuestro interior, en ser focos de luz que podamos mostrar un camino de esperanza a los demás. Debe de ser como cuando miramos a nuestros hijos y pensamos en cómo hacer que su vida sea plena y de cómo hacer para ser su inspiración.

En estos momentos de incertidumbre parece que evitamos la sinceridad como para proteger nuestro “territorio”, generando sin darnos cuenta desconfianza a nuestro alrededor. Sin embargo lo que la gente que te rodea quiere es oír la verdad, lo que nos lleva directamente a la honestidad, tan debilitada en estos tiempos. Además nos servirá para saber que nos comportamos con integridad y coraje para que el resto sepa a qué atenerse con nosotros y aprecie el valor de los que decimos la verdad, por difícil que sea.

Resulta muy importante mantener conversaciones difíciles que otras personas más débiles evitan. No es excusa no expresarnos con sinceridad porque la persona con la que hablamos no le guste lo que está oyendo y preferimos su aprobación.

Tenemos que empezar a descubrirnos interiormente para actuar honestamente en todos los ámbitos de nuestra vida. Tenemos que quitarnos las capas como si de una cebolla se tratase para encontrar lo que realmente somos y poder compartirlo con los demás. Resulta un ejercicio muy interesante descubrir lo que tenemos en nuestro interior y que no hemos utilizado hasta ahora ya que andábamos preocupados por “el qué dirán” y por mantener una posición cómoda creyendo que era buena.

Por cierto, otra vez cómo hace justo un año, he renovado mi meta de volver a correr una media maratón. Será el próximo 7 de abril en Madrid y ya he empezado a entrenar con fuerza para volver a alcanzar este objetivo, complicado un poco más porque tengo que quitarme algunos kilos que me estorban para esta meta. Pero en fin, 2 x 1.

domingo, 3 de febrero de 2013

Mi Patrimonio

Alguien dijo que el político se preocupa de las próximas elecciones y el hombre de estado de la próxima generación; el hombre de partido de satisfacer, como mucho, a medio país, y el gobernante a toda la patria.

Cuantas veces caemos en los problemas que nos trae el corto plazo y no pensamos que lo mejor está en el largo. Es como cuando nos planteamos la educación de nuestros hijos, siendo firmes en los planteamientos y no dejando un poco de “rienda suelta”.

Cuantas veces olvidamos la importancia de la comunicación y no nos damos cuenta de que es un canal para conectarnos con los distintos niveles con los que nos relacionamos, incluidos los hijos.

Y esto ocurre porque en gran medida las personas estamos distraídas, desconectadas o desinteresadas por lo que pasa o se dice a nuestro alrededor. Y nos olvidamos de que la mejor manera de avanzar es hacerlo en equipo, buscando sinergias.

Debemos buscar en nuestro alrededor si en nuestra familia, si en nuestro grupo de amigos, si con nuestros compañeros de trabajo existe o no sinergia. De esta manera nos daremos cuenta de si avanzamos solos o lo estamos haciendo en compañía de quienes nos relacionamos. Y así descubriremos si conocemos realmente a las personas que nos rodean, poniendo especial énfasis en nuestra familia, donde muchas veces encontramos comportamientos distintos “fuera de casa que dentro”.

Y he encontrado un ejemplo de todo esto que estoy diciendo: es Tomás Moro que demostró ser un hombre auténtico, coherente, sensato y maduro, incluso estando reo en la Torre de Londres, no perdiendo nunca el sentido del humor. Este es uno de los escritos suyos:

   “Dame, Señor, una buena digestión y
también algo que digerir.
   Dame salud del cuerpo y, con ella,
el sentido común necesario para conservarla lo mejor posible.
   Dame un alma santa, Señor,
que mantenga ante mis ojos todo lo que es bueno y puro,
para que a la vista del pecado no me turbe,
sino que sepa encontrar los medios
para poner orden en todas las cosas.
   Dame un alma ajena al tedio,
que no conozca refunfuños ni suspiros, ni lamentos.
Y no permitas que esta casa que se llama “YO”,
y que siempre tiende a dilatarse, me preocupe demasiado.
   Dame, Señor, sentido del humor.
   Dame la gracia de comprender una broma,
para lograr un poco de felicidad en esta vida
y saber regalarla a los demás”.

viernes, 11 de enero de 2013

En busca de nuestros sueños

Qué gratificante es encontrarte con buenas personas. En mi vida tengo la suerte de compartir experiencias, pensamientos, sentimientos, alegrías, y también penas, con una buena persona: mi mujer. Pero tengo que decir que no está sola, estoy rodeado de buenas personas que, sin darse cuenta, me ayudan a diario a construir mi camino que me lleva a mi sueño.

En mi ambiente siempre hay buen humor, estoy rodeado de gente que sonríe sin nada a cambio y que tan solo con eso hacen que me sienta realmente bien, que siga el camino con optimismo para alcanzar mis metas.

Y es que no hay nada como ser uno mismo, no hay nada como hacer de cada segundo la realidad que queremos, disfrutando, compartiendo y experimentando. Es genial saber que lo que haces es útil para otros y que lo de los otros es útil para ti.

No es más ni menos que centrarnos en las tareas realmente importantes, en dedicarnos a las mejores oportunidades. Eso si ,con disciplina y dedicación para que nada ni nadie nos aparte de ese camino. Hay que pasar de lo complejo a lo simple, eliminando todo aquello que no sea primordial para nosotros. Es como Miguel Ángel que veía en los bloques de piedra las esculturas que imaginaba; luego quitaba lo que le sobraba a la piedra.

Un ejemplo de "perseguidor de sueños" es Pablo Muñoz, que una vez imaginó que escribiría un libro y hoy ya son muchas las presentaciones que lleva a sus espaldas, recorriendo un montón de kilómetros para acercar su libro a cientos de lectores inquietos. Yo también conseguí una meta: tuve el privilegio de presentar el libro en Cabanillas del Campo. 

En El legado del vínculo inglés encontramos un personaje que tiene mucho que ver con lo escrito en este post. El protagonista cambia las percepciones que tiene sobre las personas y termina encontrando un camino que le lleva a la felicidad de la que nunca se había percatado que estaba ahí.

Ahora toca seguir, mirando al futuro a la cara, acompañándonos de las personas que tenemos al lado y que consiguen que todo lo que hacemos merezca la pena, que el premio por hacerlo bien es lo aprendido en el camino.

Nacho y Guille

Nacho y Guille
Mi gran pasión