“Tengo que felicitaros de verdad
porque estáis en el camino”. No hace mucho tiempo que he
escuchado esta frase que se decía a un grupo de personas. Hoy he
querido traerla a este post porque tengo el convencimiento de que
efectivamente, cada uno de vosotros, cada uno de nosotros, estamos en
el camino.
Te preguntarás cuál es ese camino y
de qué se trata. Bien sencillo; estamos empezando a entender que
tenemos palancas en nuestra vida que tenemos que accionar para
que se produzca ese cambio que todos deseamos, de dentro hacia fuera.
Llevo ya muchas horas de vuelo por este
mundo descubriendo los valores de las personas para encontrar eso que
realmente nos hace felices y nos emociona, con el propósito de
alcanzar ese equilibrio para vivir con plenitud, dejando de lado lo
poco importante. Me he dado cuenta a través de las experiencias de
los demás que es posible, que podemos vivir en una primavera
constante, y lo que es más importante, contagiando a los demás de
que es posible disfrutar con cada cosa que nos va sucediendo.
Qué bueno es que cada cosa que nos
proponemos nos emocione, que nos produzca escalofríos y que nos
lleve más allá de los límites que pensábamos eran. Es lo que
tiene que ver con la amígdala del cerebro, que nos lleva por este
viaje de las emociones, que por cierto tienen que ver con muchos de
los comportamientos que tenemos a lo largo de nuestras vidas.
Me parece mentira que todo esté dentro
de cada uno de nosotros, que la vida tiene que seguir con cada uno de
los que formamos parte de ella, sintiendo, emocionando, riendo,
disfrutando y ayudando a los demás. Hoy puede ser un gran día y
debe serlo, proponte que sea al primero del resto y verás cómo los
cambios se van produciendo.
