Tenemos que buscar líderes, forjar líderes y ser líderes. Para llegar a serlo debemos emplearnos a fondo en la disciplina de gestionar la energía y direccionarla hacia las metas que nos hemos propuesto. Debemos aumentar el talento personal consiguiendo retos.En la empresa nos empeñamos en buscar estas cualidades mediante complejos profesiogramas. En la mayoría de los casos se traduce en incentivos monetarios. Aún así para determinar las competencias, y por ende establecer los modelos de liderazgo, solemos comparar los rendimientos habituales con el de alguien equivalente, determinando el potencial de mejora del individuo a partir de esa comparación.
Y todo esto que parece tremendamente complicado se hace de manera simple en algunos mundos, como en el del fútbol. Ahí aparecen líderes, ejemplos en quien fijarnos. Y esto que parece una trivialidad se traduce en que en España se juegan más de 30.000 partidos todos los fines de semana, que genera 85.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y que el negocio que mueve representa el 1,7% del PIB. La realidad es que Naciones Unidas está integrada por 196 países y que la FIFA la forman 208 federaciones. Hay como 750.000 aficionados que juegan al fútbol, que se fijan en sus líderes, que intentan jugar como ellos, vestir como ellos, hacer lo que hacen ellos.Y al final no más de 1.000 consiguen jugar en primera o segunda división consiguiendo su sueño.
Lo que quiero decir es que tenemos que crear una cultura de disciplina en la que tengamos en cuenta las cosas que nos apasionan, el cómo podemos mover el motor para conseguirlas y en qué podemos ser los mejores. Tenemos que reinventar los valores y seguro que nos irá mejor, incluso en el fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario