Con Carmen me tocó hacer un montón de kilómetros por toda la geografía de la provincia de Guadalajara.
Era incansable y quería llegar a todos. Era de esas personas que no solo caía bien, sino que la gente le quería porque ponía todo su
ímpetu en hacer lo que hacía de la mejor manera posible.
En uno de esos viajes le pregunté cómo
lo hacía, cómo era capaz de hacer todas las cosas que hacía en un
día normal. Sin inmutarse me miró y trasladándome con la mirada un
cariño excepcional me dijo: “cada mañana, cuando te levantes, haz
el intento de hacerlo mejor que ayer”.
Carmen ha sido tan buena que nadie
podía ignorarla, siempre desde el trabajo y desde la humildad, dando
lo mejor de si misma. Ha sido una persona ejemplar y se ha pasado la
vida dando ejemplo e influyendo en las personas que le rodeaban,
creando entornos positivos en condiciones adversas.
En ella se manifestaba el cariño y la
fuerza de una persona virtuosa, siendo firme en sus planteamientos
pero a la vez tierna, poniéndose siempre en la piel del otro. Su
motivación básica era hacer bien su trabajo, tener tiempo para su
familia y sus amigos y en su enriquecimiento personal, dejando de
lado el aparentar, escalar o ganar estatus.
Hoy simplemente: GRACIAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario