Ayer fue el día, un día soleado, caluroso e intenso. A las 9:30 horas empezaba un periplo por las calles de Madrid rumbo a finalizar el objetivo propuesto de acabar mi primera media maratón. Y así fue, después de 2:04:15 traspasaba la línea de meta y dejaba atrás el asfalto que se había hecho muy duro en los últimos cinco kilómetros con el dorsal 7015.
Pero todo empezaba la noche del sábado, con nervios de un examen o una primera cita, intentando alargar la noche para dejar de lado esta sensación. Y la verdad es que no debí dormir más de un par de horas. Pero es lo que tocaba, tenía ganas de que llegase el momento y tenía ganas de experimentar.
A eso de las 6:00 estaba desayunando para no desfallecer en el transcurso de la prueba. A las 6:45 ya estaba vestido y preparado esperando a que mi amigo Joserra viniese a por mi. ¡Habíamos quedado a las 7:45 y una hora antes ya le esperaba!
Después de revisar mil veces mi pequeña mochila, de hidratarme a conciencia, de dar vueltas y más vueltas, llegó el momento. Me despedía Beatriz con un "suerte y que te diviertas" y salía con Joserra camino de Madrid. Allí nos encontramos con unos amigos y nos fuimos juntos para el Parque del Retiro. Ellos, que tienen más experiencia, me iban dando consejos y me quedé con el mejor: disfrutar cada instante de la carrera.
Dieciocho mil personas corriendo y yo estaba entre ellas. Subía camino de Plaza de Castilla a buen ritmo, cercano siempre a los 5:15 minutos el kilómetro. Después de 10 km el ritmo fue disminuyendo. A partir del kilómetro 17 la pronunciada subida empezaba a hacerme sufrir pero la gente de Madrid no hacía más que animar, nos llevaban en volandas. Y al entrar en el último kilómetro el apoyo de Joserra y de Javi me hicieron despegar para enfilar la meta. Al final la satisfacción de haber cumplido un objetivo y un honroso puesto: 11.891
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